Como podéis ver en el titulo del post, el blanco se convirtió en el nuevo negro, y desbancó a este último. Todavía estamos en verano, y esto ha podido propiciar entre otras muchas cosas esta elección, de colores claros.
En la primera selección podemos observar la línea de los looks, sencillos vestidos, que marcan la figura y peinados naturales. La primera del grupo, Lucy Liu seguida de Taylor Schiling, con un trabajado vestido de pedrería firmado por Zuhair Murad. Padma Lakshmi y Sofia Vergara, sin dejarnos ninguna sorpresa, cada una en su estilo habitual.
Pero los colores claros no se quedan ahí, el blanco también fue elegido por Michelle Monaghan, Angela Basset, Camila Alves y Ana Chlumsky.
Sin duda, el vestido troquelado de Camila Alves fue una decisión arriesgada necesaria y le salió bien la jugada. El cinturón dorado en la cintura de Angela Basset le da un toque diferente a un sencillo vestido blanco.
Llenas de color y muy acertadas se presentaron Kerry Washington, con un vestido con escote palabra de honor, en tonos anaranjados y una original falda de pedrería que asomaba bajo él, lo firmaba Prada. Teyoah Parris con un voluminoso vestido en varios tonos, cuerpo en rosa y blanco y falda amarilla flúor.
Natalie Dormer, una de las protagonistas de Juego de Tronos, eligió un vestido que simulaba un dos piezas, en combinación con una cintura en pedrería, de J. Mendel. Y para concluir el grupo, la estilista Louise Roe, con un print gráfico hecho por Monique Lhullier.
En la foto anterior tenemos a otro grupo de actrices que también decidió decantarse por los colores llamativos. La ganadora del Emmy, Anna Gunn eligió un diseño de Jenny Packham, un dos piezas en tonos blancos y azules. Zoe Deschanel se decantó por un vestido en tonos rosas de Oscar de la Renta. Allison Janney aunque eligió el color, el tejido aterciopelado del vestido no resulta demasiado adecuado para las temperaturas que tenemos actualmente. Y para cerrar el grupo, Julie Bowen con un vestido con algo mas de vuelo en la parte inferior, con print floral de Peter Som.
Los tonos rojos y anaranjados también tuvieron su público. Aunque en el manual de red-carpets de cada celebrity debería de existir un apartado en el que estuviera claro que llevar un vestido rojo en una alfombra roja nunca debe de ser una opción, a no ser que el objetivo sea mimetizarse con la alfombra.
De todos modos y aun teniendo en cuenta este tip, hay que destacar una vez mas a Heidi Klum, con un complicado vestido no apto para todas y sin duda, una mención especial merece el espectacular vestido de January Jones diseñado por Prabal Gurung.
Los vestidos negros también hicieron aparición en los Emmy 2014, pero aunque a priori parezcan una opción segura puede convertirse en un estruendoso descalabro si eliges como hizo Sarah Paulson, se ha metido tanto en su papel de serie de terror que decidió darnos un susto también en su estilismo.
Pero si en el grupo anterior nos fijábamos en el desastre de la actriz de American Horror History, este nuevo grupo de actrices se coronaran como las peor vestidas de la noche. Encabeza el grupo Lena Dunham con un horripilante vestido que la convierte en un merengue de mal gusto. Kiernan Shipka, aunque podría tener un pase por el color neutro del vestido, ese cinturón al mas puro estilo ring de boxeo.
Kelly Osbourne se decantó por un complicado vestido bicolor negro-blanco que no le favorecía, pero menos lo hace el peinado ni el tono de su cabello.
Julianna Margulies ganó el premio a mejor actriz de drama, pero su vestido en dos tonalidades negro parecía más una combinación.
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